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Hay que cuidarse mucho, para cuidar bien a quien necesita de nuestros cuidados

woman with white sunvisor running

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/ Por Roberto López Barradas /

El título de hoy, parece un juego de palabras que redunda en los cuidados, pero tiene mucho sentido cuando lo aplicamos en el contexto y las circunstancias correctas, por ello vamos a ponernos a pensar en la forma en que vivimos actualmente, especialmente quienes estamos en la edad adulta, con una vida un poco ajetreada casi toda la semana.

Para muchos el lunes es bastante pesado, después de pasar el fin de semana con la familia, cuesta trabajo volver agarrar el ritmo de la rutina, desde levantarse muy temprano entre las 5 y 6 de la mañana, despertar a los hijos para que vayan a la escuela, se vistan correctamente con el uniforme (previamente alistado cada noche anterior), bañarse, escoger la ropa adecuada para ir a trabajar, las mujeres a maquillarse, peinarse con la plancha para el cabello, dejar hechas las camas, la ropa ordenada, preparar los desayunos de todos, dejar servida la comida de las mascotas, sacar la basura, revisar que el teléfono celular haya cargado durante la noche, tomar las llaves del auto, de la casa y del negocio según sea el caso; todo un ritual que se repite por lo menos de lunes a viernes.

El ajetreo sigue en las calles; lidiar con el tráfico, esperar el autobús, encontrar taxi a esa hora; esperando que no haya nada que retrase la llegada al colegio de los chicos, como un accidente, un choque, el paso del tren, una manifestación, un obra de reparación hecha por parte de las autoridades municipales o estatales, que nos obligan a tomar rutas alternas, ocasionando un caos por la ciudad, que de por sí ya está colapsando con tantos vehículos circulando (y si usted vive o trabaja en Xalapa, Veracruz, que tiene calles muy angostas, la cosa se pone peor); y esto se repite para el momento de recoger a los peques de la salida de clases, y de vuelta a la casa, o a comer en algún lugar cerca del gimnasio o cancha de entrenamiento de algún deporte que practican, pero que al final todo se hace con amor y sacrificio para nuestras bendis, jeje (mi admiración para mi esposa, que se encarga de ello con nuestros hijos). Además, de continuar con la jornada de trabajo durante la tarde, sin tener hora de salida con frecuencia, obligándonos a regresar hasta la noche a nuestra casa.

Todo esto, trae consigo un estrés en las personas, ya que muchas veces no alcanza el tiempo para comer ni dormir bien, con un régimen alimenticio muy limitado, nada balanceado, basado en comida rápida, y de descansar ya no hablamos, durmiendo de 4 a 5 horas si bien nos va; aunado a esta situación, las presiones por el trabajo, las deudas, compromisos, las necesidades del hogar, van deteriorando la salud poco a poco, de manera paulatina semana tras semana, mes con mes y año con año.

Y aquí es el punto al quiero llegar, frecuentemente, no nos detenemos a pensar en nosotros, debido a que las responsabilidades nos obligan a cumplir, y vivimos pensando que no podemos claudicar en nuestro compromiso de atender y cuidar a nuestros hijos, y algunos, también procurando estar pendientes de sus padres o abuelos, quedando con muy poco tiempo para uno mismo. Por eso hay que cuidarse mucho, para poder cuidar bien de quien necesita de nuestros cuidados. Hay que tomar un espacio en cada día para poner atención en uno mismo, alimentarse bien, dormir bien, y si sobrara tiempo, hacer un poco de ejercicio, para cuidar su cuerpo, y estar al 100 en la ardua y demandante pero sobretodo, amorosa tarea de ver por sus seres amados. Aprovecho estas líneas para enviar felicitaciones adelantadas a mi querida sobrina Nicole y su esposo Daniel, por la próxima llegada, Dios mediante, de Valery Lizeth; ya se podrán dar cuenta lo que les espera, jeje.

Concluyo recalcando que hay que procurar nuestra salud, física y mental, y le exhorto a que ponga cuidado en usted también, porque en la medida que se encuentre bien físicamente, lo estará igual mentalmente, considerando que el sueño reparador, una sana alimentación combinada con ejercicio será primordial para estar bien, procure cultivar buenos hábitos alimenticios como tomar agua natural al despertar y antes de dormir, consuma menos sal y azúcar, invierta tiempo para ejercitar la mente leyendo un buen libro, un artículo o viendo alguna conferencia que lo motive a ser mejor, además de salir a trotar, caminar o algún otro tipo de ejercicio por lo menos dos veces a la semana; y mi más importante recomendación, haga un paréntesis en su día a día, para revalorar su vida y ponderar si la forma en que está viviendo está desgastando su salud. Cuidar tu cuerpo es cuidar tu vida. No hay pretexto para tener sobrepeso. ¿Quieres empezar hoy?

Por si no la sabe, es nuestra obligación cuidar nuestro cuerpo el cual es prestado como está establecido en la carta a los Corintios 6:19:

“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.”

ROBERTO BARRADAS, columnista.

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