INTELIGENCIA ARTIFICIAL. ¿EL NUEVO ANTICRISTO?

/ Sergio Arias /
Una serie de versiones y mitos se vienen desarrollando en torno a la mal llamada Inteligencia Artificial (IA). Mitos oscuros que van de aquellos que sostienen que la llegada de la IA representa el fin de los tiempos, que es un peligro para las personas, que la humanidad será sustituida por androides cuasi humanos, que los robots deberían tener derechos, que puede ser una especie de médium para hablar con los muertos, que es el inicio de la extinción del planeta, entre otras tantas fatalidades.
A lo anterior se suman las predicciones que provienen de los propios profesionales que se relacionan con el desarrollo de la IA. Recientemente Ray Kurzweil ex director de ingeniería de google predijo que para el año 2030 la humanidad alcanzaría la inmortalidad al erradicarse todas las enfermedades, sin embargo, el propio Kurzweil no hace mucho había sostenido que para este año 2023 la era humana habría desaparecido. Bill Gates por su parte, asegura que la IA será capaz de comprender las necesidades y los hábitos de las personas, de tal manera que el uso del internet tal y como lo conocemos ahora, desaparecerá.
Entre ambos extremos debería haber un justo medio que ubique ambas posiciones. Estas visiones con tendencias apocalípticas, espiritualistas o de ciencia ficción nos alejan de obtener una visión razonada de la utilidad de esta herramienta tecnológica que nos permite facilitar el trabajo. Si bien el algoritmo es falible, es innegable su utilidad en diversos campos del conocimiento humano.
La literatura, las artes, las ciencias, el derecho, la seguridad, los datos personales, la salud, los mercados financieros, la educación son tan sólo alguno de los campos del conocimiento en donde la IA impacta sensiblemente, pero que sabiendo aprovechar sus ventajas se pueden obtener grandes beneficios.
Tan sólo en el campo jurídico el debate no se ha hecho esperar, el uso de la IA abarca la utilización del llamado ChatGPT y su facilidad para redactar documentos legales de todo tipo, actas, contratos, demandas, análisis de casos o la utilización del abogado robot de la empresa DoNotPay para apelar multas administrativas, son un botón de muestra hacia donde se orienta su utilización en el ámbito legal.
Sin embargo, desde un punto de vista filosófico es necesario dejar establecido que la IA no es inteligencia, ni mucho menos ciencia. De hecho, su propio concepto es contradictorio, ya que la racionalidad o la inteligencia es un proceso biológico y en torno a este proceso no hay separadamente una máquina que piensa o actúe por si misma sin un sujeto (humano) que la opere para realizar concreta y eficientemente determinadas tareas.
Todo este entorno en el que se viene dando el debate fatalista de la IA me recuerda La Guerra del fin del mundo en la que Vargas Llosa narra la historia de una población de las zonas más paupérrimas del Brasil del año de 1897. En una cruzada moral Antonio Conselheiro una especie de Jesucristo redentor subleva a la población de los Canudos para enfrentar el poder de los terratenientes, el ejército y la recién instaurada república a la cual consideran la encarnación misma del Anticristo al representar los intereses de la clase dominante de la época. La mezcla de irracionalidad, pensamiento mágico y fundamentalismo religioso no permitió a esa población entender el cambio que representaba el derrumbe de la monarquía imperial y la instauración de una república federalista. De igual manera, muchos agoreros del fatalismo digital se empeñan en establecer narraciones que nos alejan de valorar las ventajas que representa para nuestras actividades el uso de la IA.
Finalmente recomiendo una conferencia de Carlos Madrid Casado (https://www.youtube.com/watch?v=12_c7-eL7Cc&t=2616s) que separa la parte ideológica de la parte práctica y material de la IA, y que como bien lo dice en dicha conferencia: “No es que las máquinas vayan a controlar a los hombres, sino que ciertos grupos de hombres van a controlar a otros grupos de hombres a través de las máquinas” en este caso de la IA.
P.D” Este texto fue escrito por un humano (todavía)…
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